INVESTIGACIÓN DE CAMPO
La investigación científica es el
proceso de análisis y comprensión de una de una realidad y los problemas que en
ella hay. Para que una investigación sea considerada rigurosa debe emplear el método científico. El más
habitual y comúnmente utilizado es el método hipotético deductivo.
El método utilizado es lo que otorga validez y
fiabilidad a la investigación. La investigación tiene diversidad de enfoques:
teórica, práctica, aplicada, etc. Y una de las investigaciones más originales
es la investigación de campo. Consiste en analizar una situación en el lugar
real donde se desarrollan los hechos investigados. El científico que realiza
esta modalidad de investigación puede pertenecer a las ciencias humanas (antropología,
arqueología, etnografía) o a las ciencias naturales (zoología,
botánica, meteorología).
En ambos casos el investigador se sitúa en el medio
natural, trabaja sobre el terreno real, no en un laboratorio o desde una
perspectiva teórica.
En la investigación de campo el científico vive
directamente una realidad, podríamos decir que la toca con las manos. De esta
manera puede recoger datos no distorsionados por una situación irreal. Un
ejemplo servirá de aclaración. Un zoólogo estudia a unos chimpancés que siempre
han vivido en cautividad. Analiza su comportamiento y extrae unas conclusiones.
Este caso no es estrictamente un modelo de investigación de campo. Lo sería si
el zoólogo estudiara a los chimpancés en una selva concreta, en su hábitat
natural. Los datos que extrajese serían plenamente reales y, en consecuencia,
las conclusiones serían más válidas. Esta idea de comprobación en el escenario
real donde ocurren los hechos estudiados es aplicable a cualquier circunstancia
científica donde la realidad comunique más información que un laboratorio o un
modelo teórico de análisis.
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